una experiencia mágica en un antiguo castillo

historia impresionante, desayuno excepcional

pequeña casa

La calidez de Richard y la magia del lugar te transportan. Desayuno delicioso y cama súper cómoda. Un rincón tranquilo para desconectarse y disfrutar de la historia del pueblo. Perfecto para una escapadita de fin de año.

- Ubicación maravillosa
- Desayuno delicioso
- Hospitalidad excepcional

- Precio elevado
- Falta de baño privado

la calidez de richard y la magia del lugar me transportaron a otra época. el desayuno estaba lleno de delicias locales, y la tranquilidad del entorno me permitió desconectar por completo.

falta de artículos de baño en la habitación.

Importante reservar con antelación para cenar.

El desayuno fue exquisito, destacando los productos locales. La habitación, sin embargo, carecía de baño privado, lo que fue decepcionante.

Ambientes tranquilos para relajarse y disfrutar.

La habitación no tenía baño privado, lo cual fue decepcionante. Además, el Wi-Fi era inexistente, lo que hizo difícil conectarse para planificar actividades. Noté que carecían de artículos de baño, incluyendo un secador. esto fue bastante incómodo durante mi estancia.

no puedo creer que pagué 120€ y no tuve ni baño privado ni wifi en la habitación. Richard intenta ser amable, así que al menos eso, pero definitivamente esperaba algo más especial. Además, la falta de artículos de baño fue un verdadero fiasco. Me pregunté si podría recibir un gesto de cortesía por todas estas carencias, pero, claro, no soy una estrella.

Un lugar tranquilo con mucho potencial

Mi estancia de 4 noches fue serena. La habitación era acogedora. Recomiendo planear con anticipación para cenar en La Buvette, un pequeño bar-restaurante delicioso. No olviden que hay pocos lugares para comer en Alet, así que es mejor reservar con tiempo.

El ambiente es extraordinariamente tranquilo, perfecto para desconectar. La decoración de la habitación tiene un toque acogedor que realmente se siente como en casa, ideal para disfrutar de unos días de paz.

El precio es bastante elevado, especialmente considerando que no hay baño privado ni conexión Wi-Fi. Esto complicó un poco la planificación de mis actividades. Además, la falta de artículos de baño y un secador hizo que la experiencia fuese un poco menos cómoda, ya que no encontré soluciones rápidas en el lugar. noté que la oferta gastronómica en la zona es limitada, obligándome a buscar cena en un pueblo cercano después de que las pocas mesas disponibles se llenaran.

La tranquilidad y el ambiente acogedor de la casa eran inigualables, con un jardín que brindaba un verdadero remanso de paz. Richard, el anfitrión, ofreció un desayuno exquisito lleno de productos regionales frescos que realmente se disfrutaron. Sin embargo, la habitación no contaba con la cantidad adecuada de artículos de baño, lo que resultó un poco incómodo. Además, hubo momentos en que la conexión Wi-Fi fue deficiente, lo que hizo difícil mantenerse conectado. A pesar de estas pequeñas carencias, la experiencia fue bastante agradable y única.

Pasé la noche disfrutando de un desayuno variado, lleno de productos locales. Me encantó la tranquilidad del jardín, donde incluso mi perrita se relajo. Richard, el anfitrión, hizo todo más fácil y agradable. Este lugar es perfecto para desconectar.

La habitación no tenía baño privado y había limitaciones con el Wi-Fi. El área para cenar en la localidad es limitada y es mejor reservar con anticipación.

Este lugar me queda perfecto, cuenta con Wi-Fi gratuito, un área exterior para comer y un ambiente de relajación. En mi primera estancia, el personal me ayudó a devolverme unos auriculares olvidados. Recomiendo hacer la reserva con tiempo para disfrutar.